Hace algún tiempo hice un post sobre «cómo se plantaba la cebolla» y creo ha llegado el momento de ir hablando del resto de verduras y frutos cuya siembra se aproxima. En este artículo intentaré dar respuesta a aquellas preguntas que pueden surgirte, para que tengas claro qué semillas puedes cultivar, cuando, cómo y dónde cultivar tomates.
Para realizar este post he leído manuales de horticultura, he visto tutoriales y he preguntado a un experto: «mi padre», que lleva varios años enamorado del huerto y se ha especializado en el cultivo de hortalizas en macetas y jardineras. Es por tanto una recopilación de toda la información que he obtenido, que espero te sea de ayuda.
Índice
1-La siembra del tomate
1.1-¿De dónde obtenemos las semillas?
1.2-¿Cuándo se siembran los tomates?
1.3-¿Dónde podemos sembrar los tomates?
2-Riego y ahorro de agua
2.1-¿Qué puedes hacer para minimizar los efectos de la cal en el riego por goteo?
2.2-El hidrogel o Poliacrilato de Potasio
3-Asociaciones beneficiosas para el tomate
4-Rotación de cultivos
5-Fertilización del huerto
La siembra del tomate
¿De dónde obtenemos las semillas?
Si quieres cultivar tomates, hay dos formas de hacerte con ellas. Las extraes de un tomate maduro, o las compras en un vivero/centro de jardinería, o en alguna tienda online.
Vamos a profundizar un poco más en casa una de ellas…
Extraes las semillas de un tomate
Si te lanzas por esta opción, has de elegir bien el tomate. Ha de ser un tomate natural, no transgénico y bien maduro. Si usas un tomate de supermercado, con bastante probabilidad las semillas que obtengas no sean viables. Puedes consultar a tu proveedor de confianza o elegir un tomate orgánico, si el origen de la planta es ecológico sus semillas tendrán más posibilidades de germinar y dar fruto.
Si ya tienes tomateras plantadas de otras cosechas, selecciona el mejor espécimen. Observa cual de tus plantas es la más fuerte, a la que no le ha afectado las plagas o le ha afectado menos. Elige uno de los primeros tomates que produzca la planta y márcalo de alguna forma con un hilo o tanza. De esta forma y a simple vista sabrás cuál es el tomate seleccionado que servirá para extraer las semillas. Deja que madure el fruto en la tomatera, hasta que esté rojo reventón, blandito y maduro.
Corta el tomate por la mitad y con una cuchara extrae las semillas depositándolas en un bote con tapa. Cierra el bote y déjalas en un sitio alejado de la luz durante un par de días. De esta forma empezará a fermentar y será más fácil separar la pulpa de la semilla. Cuando pasen un par de días, abre el bote y vierte las semillas sobre un colador. Añade agua despacito y ayúdate del dedo para eliminar los restos de pulpa. Cuando tengas las semillas limpitas, extiéndelas sobre un trapo seco y déjalas secar unos 4 días. Es bueno que les de el sol, así se secan antes.
No uses papel de cocina para secar las semillas, luego no hay quien las despegue sin llevarte parte del papel
Cuando estén las semillas bien secas, mételas en un sobrecito y etiquétalas para que luego sepas la variedad que sembrarás la siguiente temporada.
Compramos las semillas
Si no tienes tiempo para realizar este proceso, siempre puedes comprar las semillas en un vivero o tienda donde vendan semillas para el huerto. Hay que seleccionar bien lo que vas a comprar, evidentemente una semilla «manipulada» o híbrida será más económica que una ecológica, pero de ella no podrás extraer semillas para la próxima cosecha. Es algo que debes tener en cuenta.
Existen muchas variedades de tomates, pero lo ideal sería que usáramos las variedades tradicionales de nuestra zona. Podemos preguntar a un agricultor si nos puede vender semillas, o si no conocemos a nadie comprar semillas ecológicas.
- Semillas de tomate ecológico Marmande
- Semillas ecológicas de tomate Colgar
- Semillas ecológicas de tomate Tres Cantos
- Semillas de tomate ecológica Muchamiel
Compramos los plantones de tomateras
En los viveros podemos encontrar plantones de tomateras. Es decir, son plantas ya germinadas y con altura suficiente para trasplantar directamente en el suelo o en un macetero. El problema es conocer la procedencia de la planta, que probablemente venga de semillas híbridas y de las que no podremos extraer semillas viables para futuras cosechas. Asegúrate de saber lo que estas comprando. Te dejo a mano varios enlaces donde comprar plantones de tomateras de distintas variedades.
- Plantón de tomate azul
- Plantones de tomate cherry
- Plantones de tomate Raf
- Bandeja con plantones de tomate corazón de buey
- Plantón de tomate negro
¿Cuándo se siembran los tomates?
Si vas a cultivar tomates o cualquier otra hortaliza has de respetar las fechas de siembra. Este fruto al tener una semilla muy pequeñita se siembra primero en semillero en el mes de Marzo. Luego cuando la planta ya tiene cierto tamaño, se realiza el trasplante al suelo entre la segunda quincena de abril y la primera de mayo. Los frutos se recogen entre los meses de junio, julio, agosto y septiembre.
Entre marzo y junio es la fecha de siembra o trasplante del tomate
Recapitulando, el tomate se siembra a través de semillas que puedes extraer del propio fruto, si éste proviene de una semilla tradicional, que no sea transgénica ni comercial. Estas semillas al ser muy pequeñas no pueden sembrarse directamente sobre el suelo, como en el caso de haba, melón, sandía o zanahoria. Las semillas de tomates han de sembrarse en un semillero, con sustrato que retenga la humedad y sea poroso. Lo ideal es que hagamos nosotros el sustrato con estas proporciones: 50% de fibra de coco, 40% de compost y 10% de arena muy porosa o perlita.
Por regla general las semillas de todas las hortalizas han de plantarse a una profundidad de 2 a 3 veces su tamaño y cuando crezcan lo suficiente las trasplantaremos al suelo.
Tiempo suficiente hasta que la tomatera tenga entre 5 y 10 cm. Cuando alcance esta altura trasplanta tu tomatera y llévala al suelo o a un macetero.
¿Dónde podemos sembrar los tomates?
Si vas a crear tu huertecito oriéntalo hacia el sur, de esta manera te aseguras que los tomates van a recibir toda la luz posible. Por consiguiente, hay que evitar las sombras de árboles o edificios, e impedir que se den sombra unas a otras, hay que colocarlas de este a oeste. El viento puede ser un problema, para proteger nuestras frutas lo ideal es utilizar algún corta viento, tipo seto, cañizo, etc.
Te propongo estas dos formas de sembrar directamente en el suelo:
En caballones
Dejando entre caballón y caballón un surco. El surco es el que pisaremos para realizar labores de mantenimiento, siembra y recolección.
Bancales
Elevados sobre el nivel del suelo cuyo ancho ha de ser como máximo de 150 cm y de largo de 4 a 6 metros. Entre bancales hay que dejar un pasillo de unos 50 cm de ancho para acceder a los cultivos.
En jardineras o macetas
Puedes utilizar tanto macetas de fieltro, jardineras de plástico o incluso utilizar un contenedor que veas por la calle y que puedas reutilizar. Si el contenedor que usas es de 25 o 30 cm de alto, y 120 cm o superior de largo coloca unas ruedas para facilitar su desplazamiento.
En el caso de utilizar un contenedor grande, hay que verter sobre él distintos materiales que no pesen mucho y faciliten el drenaje. La primera capa debería ser de 3 cm de gravilla, bajo ésta coloca una malla que cubra el orificio por donde evacuar el exceso de agua.
Seguidamente coloca otra capa de sustrato en estas proporciones: un 50% de turba rubia y fibra de coco, para dotar de porosidad, aireación, ligereza al sustrato, y otra parte al 50% de humus de lombriz compost, etc., que aporten nutrientes a la mezcla.
Opcionalmente puedes colocar una tercera capa, de unos 2 cm de humus de lombriz o compost, que se renovará periódicamente. Así evitaremos que se evapore el agua. También puedes emplear una capa de paja que hará de fertilizante de liberación lenta.
Independientemente del sistema que elijas para plantar tus tomates recuerda que:
- La distancia adecuada para colocar las tomateras trasplantadas es de 40 cm entre mata y mata
- Existen variedades que van a necesitar tutores ya que los frutos pesan mucho y de esta forma evitas que se rompan las ramas
- Corta los brotes por encima de las flores si quieres tener unos tomates bien hermosos
Riego y ahorro de agua
Es una planta que requiere de riego abundante, pero es cierto que si alternas varios días sin riego con uno de riego abundante hará que los tomates tengan mejor sabor.
Dependiendo de el tamaño del huerto y de nuestro presupuesto, existen distintas formas de hidratar nuestras plantas, desde usar una manguera, un aspersor, inundar en lomos, o el riego por goteo. Todas estas alternativas tienen pros y contras. Sin embargo, para Andalucía o zonas similares a ésta, el sistema de riego más eficiente en recursos es «el riego por goteo«.
Sin embargo existe una forma de ahorrarse una buena cantidad de dinero utilizando un sustituto al programador de riego.
Si quieres saber cómo lee: «¡Ahórrate el programador de riego automático!»
¿Qué puedes hacer para minimizar los efectos de la cal en el riego por goteo?
En algunas zonas de España la cal obstruye los goteros y termina por arruinar la instalación de riego por goteo, pero hay formas de impedir que esto suceda:
- Proteger las mangueras del sol con un acolchado de paja o acolchado verde.
- Utilizar una espuerta de goma con una solución de agua y vinagre. En ella introduciremos la manguera enrollada para ir deshaciendo poco a poco los acúmulos de cal
¿Qué es el acolchado?
El acolchado es una técnica que permite ahorrar agua y mantener a raya a las malas hierbas. Acolchar significa cubrir el suelo, donde estas realizando el cultivo, con un material orgánico que normalmente será paja.
Al acolchar el suelo conseguirás mantener por mayor espacio de tiempo los niveles hídricos del suelo. Impedirás la evaporación del agua y ahorrarás en tu factura del agua.
- Con esta técnica impides que las malas hierbas se instalen y si lo hacen las podrás quitar fácilmente.
- Esparces una capa de abono que se irá liberando poco a poco. Lo cual es muy beneficioso para la planta del tomate.
El hidrogel o Poliacrilato de Potasio
El hidrogel se puede utilizar tanto en macetas y semilleros, para mantener las raíces cuando se realiza un trasplante de plantas o árboles. En incluso para asegurar el suministro de agua como apoyo a los árboles plantados. Este producto retiene el agua de manera extraordinaria.
Si vas a utilizarlo en tus macetas o semilleros, la cantidad a aportar depende de la aireación y del tipo de sustrato que estas usando. Como medida de referencia sería entre 1,5 y 3 gramos de hidrogel por litro.
Los beneficios de usar el hidrogel es que retiene mucha agua y la libera lentamente, lo que ayuda a asegurar que la planta no se va a quedar seca durante la germinación.
Asociaciones beneficiosas para el tomate
Asociar diversos cultivos haciéndolos coincidir en espacio y tiempo es una idea brillante, pero sabiendo qué plantas se benefician mutuamente y hacen buen tándem.
ASOCIACIONES FAVORABLES | ASOCIANCIONES DESFAVORABLES |
Ajo | Hinojo |
Albahaca | Remolacha |
Zanahoria | Guisante |
Apio | Acelga |
Perejil |
Son varios los beneficios que obtendremos de estas uniones:
- Mejor aprovechamiento de los recursos: suelo, agua, nutrientes
- El suelo estará más protegido frente a la erosión
- Mayor protección frente a plagas
- Simbiosis entre cultivos, algunas plantas se ayudan mutuamente
¿Qué puedes sembrar para mejorar la polinización de las flores?
«Caléndulas», si las siembras entre las tomateras éstas atraerán a los insectos polinizadores que se sienten atraídos por esta planta, y de camino polinizarán las flores de tus tomateras y así obtendrás una cosecha más abundante de tomates. Además la caléndula repele a los pulgones y los nematodos del suelo.
Plantas aromáticas, por ejemplo el «Romero». El romero y el ajo, incrementa el sabor y el olor de los tomates. ¿Lo sabías? Otra planta perfecta para sembrar junto a los tomates es la «Albahaca», que tiene una función protectora frente a ciertos insectos (mosca blanca y pulgón) y ayuda a que maduren los frutos. La «Borraja», es útil contra el gusano del tomate y potencia su sabor.
Rotación de cultivos
Rotar en este contexto significa ir alternando las plantas que vas a sembrar en un mismo sitio, en función de la familia a la que pertenecen y a sus necesidades específicas. Si siempre plantamos tomates en el mismo sitio producirás desequilibrios en la tierra, deficiencia de nutrientes y la inevitable llamada de plagas.
El tomate es un fruto muy exigente en nutrientes, por lo que donde un año plantaste tomates, no puedes volver a plantarlos al año siguiente. El tomate pertenece a la familia de las solanáceas, por lo que tampoco debes plantar estas otras: berenjena, patata, pimiento o tomatillo.
Sin embargo, si plantas ajo o alguna de las plantas de la familia de las liliáceas el primer año y al siguiente plantas tomates, esta asociación es perfecta.
También se recomienda tener en cuenta las raíces de las plantas a la hora de sembrar, recomendándose que se siembre primero plantas de enraizamiento superficial, como el ajo, luego las plantas de raíces intermedias (berenjena, pimiento) y finalmente aquellas con raíces profundas, como el tomate (también calabaza o el espárrago).
Fertilización del huerto
Aunque la mayor parte de los nutrientes que necesitan las plantas provienen del aire (carbono, oxigeno, hidrógeno) también necesitan nutrición que proviene directamente del suelo, como el nitrógeno, fósforo o el potasio.
¿Cómo podemos aportar esos nutrientes a nuestras tomateras?
Estiércol
Pero no vale cualquiera, debe ser recogido de una granja donde utilicen «paja» a modo de cama para los animales. El estiércol es por tanto la mezcla que se produce entre esa paja y los excrementos.
Este abono natural no se puede echar directamente a los tomates. Para mezclarlo con la tierra antes debe de madurar. Amontónalo en una pila de menos de 2 metros de altura y déjalo fermentar durante unos 4 meses. En ese plazo de tiempo hay que voltearlo un par de veces. Esta opción sería recomendable para huertos grandes, donde plantes frutas y verduras sobre suelo.
Cuando el estiércol esté en su punto perfecto se incorpora al terreno en la capa superficial del suelo (15-25 cm de profundidad) en los meses de otoño-invierno.
Si vas a cultivar en jardineras o macetones comprar la versión ya empaquetada, 50L de estiércol de caballo.
Compost
Elaborar compost es complicado, es casi alquimia. Este tema da para un artículo por sí solo. Para hacer compost de calidad y que no se convierta en mantillo, debes tener varias composteras (preferiblemente cilíndricas para poder voltearlas más fácilmente) con compost en distinto momento de maduración.
Para conseguir un compost maduro han de pasar 5 o 6 meses.
Humus de Lombriz
Este humus que no es mas que una sustancia que genera las lombrices rojas de California tras alimentarse de restos orgánicos, son muy ricos en nutrientes. Puedes hacer tu mismo el humus en un vermicompostador, u hotel de 3 estrellas para las lombrices, donde vivirán felices. A cambio ellas te darán humus del bueno.
Otra opción es ir a tu centro de jardinería y comprar paquetes de 20L de humus de lombriz.
Si sigues los consejos que te doy este verano obtendrás unos hermosos tomates, y el siguiente y el siguiente…
Bricoqueen