En este post aprenderás la terminología relativa a la técnica del enfoscado. Conocerás la composición del mortero y sus conglomerantes, cuáles son las condiciones que deben darse para poder aplicarlo y cómo hacerlo. Quizás no vayas a preparar la mezcla, pero sabrás cómo se hace y si te están haciendo una chapuza.
El enfoscado
Índice de Contenidos
1- ¿Qué es un enfoscado?
2- El mortero, tipos y componentes
3- Condiciones de aplicación del enfoscado
¿Qué es un enfoscado?
Las paredes se revisten para protegerlas y aislarlas. Para este cometido existen revestimientos de tipo continuo o discontinuo. El continuo es cuando se le da una capa de mortero por toda la superficie. El revestimiento discontinuo lo conforman baldosas, o placas que se fijan al paramento con pegamento o con algún anclaje de tipo mecánico.
El enfoscado es por tanto un revestimiento continuo, y en concreto se define como la primera capa de mortero de 10 a 15 mm que se extiende por el soporte (pared) y cuyo conglomerante está realizado de cemento y/o cal.
Los enfoscados también reciben otros nombres:
Cuando a la pared se le dan dos capas de mortero, la primera sería el enfoscado y a la segunda capa cuyo cometido es más decorativo se le llama revoco. Por ejemplo cuando se hacen hendiduras en el mortero para imitar formas de bloques de piedras o se realizan filigranas.
Otro nombre que recibe el enfoscado es el embarrado, cuando se coloca un revestimiento intermedio, a modo de aislante para mejorar la impermeabilidad de la fachada.
Técnicas de aplicación del mortero: a buena vista y maestrado
Hay dos formas de hacer un enfoscado a «buena vista» o maestrado. El maestrado se realiza con guías que colocas en la pared o maestras que te sirven de ayuda para lograr la planeidad de la pared. El enfoscado a buena vista es el que se realiza a ojo, directamente sobre la pared.
El maestrado queda mejor, pero hay «maestros artesanos» artistas que si sabe hacer bien los enfoscados a buena vista, casi ni percibes la diferencia.
El Mortero tipos y componentes
Los morteros pueden ser diseñados en una fábrica o prescritos por algún técnico que nos dice exactamente las proporciones de cal, cemento, arena y agua que va a necesitar nuestro mortero.
Si tenemos una obra grande entre manos, podemos solicitar el mortero a una fábrica que nos lo prepara y entrega a pie de obra, listo para usar. Otra opción es que lo mezclemos nosotros in situ con ayuda de una hormigonera o batidora eléctrica.
Existe una nomenclatura específica para los morteros según para qué lo vamos a necesitar:
GP | Corriente |
LW | Ligeros, con baja densidad |
CR | Coloreados |
OC | Monocapa |
R | Permeables al vapor y baja capilaridad |
T | Aislamiento térmico |
¿Cuáles son los componentes de un mortero?
El mortero está compuesto de cal hidráulica, cemento, agua, arena y aditivos.
La cal
Se usa en la construcción desde hace siglos. Aporta plasticidad cuando aún está fresca, pero cuando endurece se vuelve flexible, permeable al vapor y se retrae menos que el cemento. Es un material sostenible.
Tanto los morteros de cal aérea (fragua en contacto con el aire) como los de cal hidráulica, se usan para preservar edificios del patrimonio histórico. En estos edificios no puede usarse cemento.
El cemento
Tiene otras características interesantes para la construcción, como su rigidez, resistencia mecánica y la poca porosidad.
Tanto el mortero de cal, como el cemento, pueden usarse tanto para el exterior de la vivienda como para el interior.
El agua
El agua que se añade a la mezcla debe ser potable y en la cantidad que indique el fabricante o prescriptor.
Arena
Ha de estar limpia, si se usa en un enfocado de interior se usan arenas finas de río. Deben cumplir la norma EN-13139
Los aditivos
Confieren a la mezcla cualidades extra, podemos añadir aditivos retardantes o aceleradores del tiempo de fraguado (endurecimiento). También podemos añadir aditivos anticongelantes, hidrofugantes, o que simplemente van a colorear la mezcla.
El mortero que usemos contendrá todos o algunos de estos componentes en función de para qué lo necesitemos. Si vas a restaurar un edificio del patrimonio histórico, ya sabes que tu mortero estará compuesto de cal, agua y quizás algún aditivo químicamente compatible. Si vas a enfoscar una fachada exterior, pedestal, o una pared externa de un sótano, mejor usa un mortero de cemento (sin cal). Sin embargo, para la mayoría de aplicaciones y pedestales podemos usar un mortero «bastardo», compuesto de una mezcla de cal y cemento.
Condiciones de aplicación del enfoscado
El clima afecta al enfoscado, por lo que ten en consideración estas recomendaciones:
Si llueve o hay heladas, no te pongas a enfoscar una pared.
El soporte puede estar húmedo, pero no chorreando agua. Protege el muro con plásticos y espera a que escampe.
Si por el contrario hace muchísima calor, superior a 35 grados, humedece el soporte y mantén la humedad una vez has aplicado el mortero. Si el enfoscado se seca rápidamente, se agrietará, hay que intentar que fragüe lentamente.
Preparar el soporte (pared, fachada, etc.)
Para poder aplicar mortero sobre un paramento, éste debe ser «estable». Si se quiere enfoscar un edificio de ladrillos de «obra nueva», hay que esperar a que se estabilice. Debe transcurrir al menos un mes para aplicar el mortero. Si la edificación está realizada con bloques de hormigón el plazo se amplía a dos meses.
Otras cualidades que ha de presentar el soporte son: ser resistente, poroso, rugoso y compatible químicamente con el mortero que vamos a emplear. Hay ciertos soportes lisos sobre los que no podemos echar el mortero directamente:
- Hormigón «in situ» con encofrado liso, o el hormigón prefabricado liso. La razón es que el soporte no es poroso, no se pegaría el mortero. Para solucionarlo se puede picar la superficie, utilizar chorro de arena para crear porosidad o aplicar una capa de puente de unión para que se adhiera.
- Cuando hay una capa de aislante rígido, tipo poliuretano o poliestileno, la única manera que hay para poder recubrirlo de mortero es usar malla de fibra de vidrio.
- Tampoco se puede aplicar sobre pinturas, vidrios, metales, o revestimientos plásticos.
El soporte ha de estar plano y aplomado. Si quedan huecos o salientes habría que cubrirlo y «regularizarlo». La forma de hacerlo es añadir una capa extra de mortero o «recrecido». Si el recrecido necesario para regularizar el soporte es de entre 10 y 23 mm, te puedes apañar añadiendo una capa de mortero. Si el recrecido necesario es de entre 23 y 50 mm tienes que utilizar mortero y malla de fibra de vidrio. Si supera esta medida, habría que plantearse hacer una obra.
Además el soporte debe estar limpio (sin algas, líquenes, sal o polvo) y seco. Por último, el paramento ha de ser homogéneo. Pero las viviendas y edificios se construyen utilizando distintos materiales. Entonces…
¿Cómo homogeneizamos el soporte? ¿Cuáles son los puntos críticos?
Los puntos a los que me refiero son: las juntas estructurales, los dinteles de puertas y ventanas, las esquinas de huecos, los marcos de ventanas y las cajas de persianas.
Cuando entran en juego distintos materiales y queremos conseguir la homogeneidad, la solución está en emplear mallas de refuerzo bien de fibra de vidrio o metálicas, donde se unen esos materiales.
Cumplir las especificaciones del fabricante
Para elaborar una masa perfecta hay que seguir las indicaciones del fabricante al pie de la letra. Si no sabemos cómo hacerlo podemos solicitar a la fábrica que nos realicen la mezcla y nos la entreguen a pie de obra ya lista para su uso.
Aplicar correctamente el producto
Llegados a este punto tenemos un soporte listo, limpio, regularizado y homogéneo, ahora solo tenemos que aplicar el mortero sobre la fachada. Se puede aplicar de forma mecánica, proyectando el mortero sobre el soporte o de forma manual. Como dijimos al principio, podemos hacerlo ayudándonos de maestras, o bien a buena vista.
En ambos casos hay que humedecer antes el soporte. En el enfoscado a «buena vista» se aplican pellas de motero con una paleta de abajo a arriba. Para que quede lo más liso posible se utiliza una regla que se pasa en todas las direcciones; así se reparte bien la mezcla y se elimina el sobrante.
Podemos dar a este enfoscado distintos acabados. El rugoso es el que tiene más adherencia, se utiliza para a continuación añadir un revoco o colocar un alicatado. Otro tipo de acabado es el fratasado, utilizado para poner sobre él pinturas con cuerpo o placas de tamaño pequeño. Para conseguir este acabado más liso se usa el fratás mojado en agua, que se pasa sobre toda la superficie que aun está fresca. Por último, el bruñido que es el acabado más liso. Se utiliza cuando sobre él aplicamos una capa de pintura. Este acabado se consigue haciendo un fratasado y luego pasamos una llana con esponja humedecida.
Proteger el revestimiento
El enfoscado va liberando la humedad por evaporación, pero un exceso de humedad lo degrada. Por lo que debe colocarse sobre paramentos verticales protegidos del agua. No es factible aplicar mortero en un tejado o en una piscina.
La constante exposición del mortero a la humedad hace que ésta suba por capilaridad y produzca humedades, moho, etc. Para evitar este tipo de humedades por capilaridad se debe colocar un zócalo de material cuyo coeficiente de succión sea menor que el 3% de más de 30 cm de altura sobre el nivel del suelo exterior.
En los balcones para que el agua no chorree y arrastre la suciedad, ha de colocarse un goterón o vierteaguas separado al menos 2 cm del paramento exterior de la fachada.
Ahora que tienes los cocimientos básicos sobre el enfoscado de fachadas de exterior, prepárate para para enlucir y guarnecer paredes de interior con yeso.