Instalación de suelos vinílicos
Como comenté en mi anterior post, hay mejoras que podemos hacer en nuestra vivienda sin necesidad de meternos en una obra. Soluciones de bajo coste que dan muy buen resultado. Por ejemplo, la semana pasada propuse dos técnicas para pintar sobre azulejos y en esta ocasión hablaré de la instalación del suelo vinílico autoadhesivo.
Tipos de suelos vinílicos
Aunque el material es el mismo, la diferencia entre estos dos tipos de suelos está en el sistema de colocación. Uno se instala mediante un sistema de clic (su colocación se asemeja al de la tarima o suelo laminado) y el otro usa un sistema de pegado autoadhesivo. Cada baldosa lleva ya el pegamento en su revés y se pega al suelo simplemente quitando la lámina plástica que lo recubre.
A continuación explicaremos las diferencias en la instalación para cada uno de ellos.
Vinílico de Clic
Este suelo queda espectacular. Sinceramente considerando su durabilidad y diseño, creo que es mejor que el suelo laminado. El único inconveniente y quizás su único hándicap, es que es más frió que la tarima.
Aunque en este post no voy a detallar cómo se coloca este suelo vinílico, si daré unas nociones básicas para que sepáis como va. En realidad se asemeja mucho a la instalación del suelo laminado.
«Antes de empezar la instalación deja el material (láminas) durante 24 horas en la habitación donde vayas a poner el suelo»
Al igual que el suelo laminado antes de colocarlo hay que limpiar bien la habitación, aspirar y comprobar que el suelo está nivelado. Si hay algún desnivel tendremos que aplicar una pasta de nivelación. Seguidamente se coloca una base de aislamiento acústico y se empieza a unir las láminas, empezando desde el centro hacia los extremos.
«Las láminas se pueden cortar con un cúter reversible o con un cortador de laminados»
Vinílico Autoadhesivo
Este suelo tiene múltiples aplicaciones, permitiendo su uso tanto en suelos como en paredes.
Antiguamente tenía bastante mala prensa ya que eran feos, tenían poca variedad de diseños y su instalación era engorrosa. Hoy día hay un muestrario de tramas, colores y diseños increíbles. Su instalación es sencilla, es relativamente económico y no requiere de un especialista para su montaje.
A diferencia del anterior, éste se coloca directamente sobre el suelo original de la habitación y se pega con el adhesivo que lleva incorporado. Solo hay que tomar una serie de precauciones para evitar que con el paso del tiempo se despegue.
Instalación del suelo autoadhesivo
Materiales
- Lamas de vinilo adhesivo
- Rodapié
- Imprimación de puente de unión
- Mortero o pasta autonivelante
- Adhesivo de montaje para el rodapié
Herramientas
- Rodillo y cubeta (si tenemos un suelo desnivelado)
- Pistola
- Flexómetro y cúter o guillotina
- Reglas
- Rodilleras
- Lápiz
- Serrucho y caja ingletadora (para el rodapié)
Antes de empezar, comprobar la superficie
Como en todas las instalaciones de suelos, debemos partir de una base limpia y nivelada.
«El suelo debe estar limpio, seco, nivelado y con buena adherencia»
Se pueden dar varias situaciones:
- La habitación donde vamos a colocar el suelo tiene un desnivel. En este caso tendremos que aplicar una capa de mortero o pasta autonivelante por toda la habitación para corregir el desnivel. Cuando esté bien seco, lo conveniente es aplicar por todo el suelo una capa de imprimación de puente de unión. Con esto conseguiremos una superficie porosa que facilite el pegado de nuestras lamas vinílicas.
- Le falta una baldosa o una de las baldosas sobresale. Habría que quitar la baldosa defectuosa y rellenar el hueco con mortero. Una vez se ha secado el mortero o pasta autonivelante, aplica una capa de imprimación de puente de unión si tu suelo tiene brillo o es porcelánico.
¿Por dónde empiezo?
Puedes empezar bien por una pared recta con una esquina a escuadra o bien por el centro y hacia los lados. Si prefieres empezar por el centro, calcula donde está el punto medio de la habitación. Para ello mide los lados de la habitación con el flexómetro. Traza un par de líneas perpendiculares en el suelo con un lápiz y presenta la primera lama en el centro mismo, para ver como queda. Si te convence, retira la protección adhesiva y pega esa lama sobre el suelo.
Para que la lama se pegue bien al suelo, presiona en el centro con un trapo y desliza la mano manteniendo la presión hacia los lados. Coloca la siguiente siguiendo la guía marcada y luego la siguiente, hasta que llegues al final de la pared. Muy probablemente te quede un hueco más pequeño que la lama, tendrás que cortarla.
¡Truco para realizar el corte!
Sobre la última de las lamas que has pegado, coloca una nueva sin quitarle la capa protectora. Lo que hacemos es superponer una sobre la otra (a esta lama la llamaremos nº2) . A continuación coge una lama nueva (nº3) y colócala sobre la nº2 pero llevándola hasta la pared. Coge el lápiz y marca la lama nº2. La lama nº3 la reservas para luego. De esta forma tienes la medida exacta y sabes por donde cortar.
Con la ayuda de una regla y el lápiz, marca bien el trozo de lama a cortar y pasa el cuter del centro a los lados. Primero marca la línea con el cúter y da luego varias pasadas. Flexa la pieza y verás que ambas partes se separarán fácilmente. También puedes usar una guillonita para laminados. Esta herramienta te permite hacer cortes en ángulo.
Este truco para calcular el trozo de lama que tenemos que cortar sirve tanto para el corte longitudinal como transversal. Cuando llegamos a la pared y no nos entra la pieza entera.
Las juntas de las lamas de una fila y la siguiente no puede coincidir en el mismo sitio. Coloca una pieza de distinto tamaño.
Sigue colocando las lamas hasta que completes la superficie de la habitación. Como paso final y para embellecer el conjunto, no olvides el rodapié. Los metros que necesitas de rodapié son la suma de los lados de la habitación.
Colocación del rodapié
Hay dos opciones:
- Colocar un soporte para rodapié. Es una pieza de plástico o aluminio donde tenemos que colocar en el medio un trozo cortado a medida de nuestro vinilo.
- Colocar un rodapié para laminados que combine con el suelo que hemos instalado.
Yo personalmente prefiero la segunda opción, queda mejor y se ve más terminado. Solo utilizaría el soporte si hubiera elegido un vinilo muy exclusivo al que no le combine otro tipo de rodapié.
El rodapié se pega a la pared con adhesivo de montaje. Para unir las piezas del rodapié sin que se note, haremos un corte en inglete. En este caso necesitaremos un serrrucho y caja ingletadora.
Depende de la destreza y tamaño de la habitación, pero en unos 45 minutos está colocado el suelo. Es lo más fácil, limpio y rápido que hay. ¿Te animas?