El ficus es un árbol hermoso siempre verde, propio de climas templados y de los que se conoce unas 830 especies de las más de 2700 que se han descrito. Como vemos hay un montón de especies distintas, según dice la Wikipedia.
La mayoría de los ficus producen «higos» y aunque sus frutos son comestible en la mayoría de los casos, no se comercializan. Sin embargo, sirven de alimentos a una gran variedad de aves que se instalan en sus frondosas copas.
En este post hablaremos de tres variedades, las más conocidas y adaptadas en España: Ficus Carica, el Benjamina y el Ficus Macrophylla. Daremos unas pinceladas sobre cómo hay que trasplantarlos, su poda, y cuidados. Así sabrás si es o no adecuado para tu casa.
Tipos de Ficus
Una de estas variedades el «Ficus Carica» me ha sorprendido, no tenía idea de que la higuera común era una variedad de ficus ¿Y tu?.
Ficus Carica
Pertenece a la variedad de las moráceas y es de origen asiático aunque su presencia está muy extendida en Andalucía y la zona mediterránea.
Las flores de este árbol son los higos (sinoco), que se polinizan gracias a una pequeña avispa que entra en el higo y deja allí sus huevos. Después de polinizar el higo, muere. Cuando las crías de avispa eclosionan, los machos fecundan a sus hermanas y mueren. Menuda tragedia, tanta muerte dentro de un fruto tan delicioso. En fin, que las avispas hembra son las heroínas de esta historia, son las que logran salir del higo y en su marcha llevan consigo adherido el polen de las flores masculinas del higo. Luego entran en otro higo y se vuelve a repetir el círculo de vida y muerte.
Este árbol tiene dos cosechas al año, la primera sobre junio produce frutos grandes, verdes por fuera y de color rosado a rojo por dentro, son conocidos con el nombre de «breva«. Sobre agosto y septiembre tiene lugar la segunda cosecha de «higos«, de menor tamaño que sus hermanas las brevas.
Otra curiosidad de estos árboles es que si cortas una rama o retiras uno de sus frutos cuando aun no está maduro, verás que fluye un líquido blanco, lechoso y muy pegajoso: el latex. Este líquido de las higueras se usó en medicina tradicional para curar casi de todo. Servía para un roto y un descosido, aunque a saber si era efectivo.
Ficus Benjamina
Esta otra variedad es muy conocida y suele venderse mucho en los viveros como planta de interior. Aunque pocos sabes que si se trasplanta directamente al suelo puede alcanzar los 15 metros de altura. Sus pequeños frutos de forma redondeada y exterior de color vino, son una delicia para los pájaros.
Este tipo de ficus está muy presente en las plazas y parques de España. En la imagen vemos uno de estos ejemplares en plena plaza de España, en Cádiz.
Durante el invierno esta variedad de ficus crece poco, pero cuando llega la primavera su desarrollo es vibrante, creciendo brotes nuevos y siendo su crecimiento espectacular.
Ficus Macrophylla
Este ficus es originario de Australia, y los especímenes más longevos alcanzan unas dimensiones increíbles de hasta 60 metros de altura.
El ficus Macrophylla crece en la copa de otros árboles, como una planta que usa al árbol como soporte (como las orquídeas). Cuando sus raíces alcanzan el suelo, empieza a alargarse y crece hasta estrangular al árbol huésped.
Aunque esta es la forma habitual de crecimiento en la naturaleza, también pueden plantarse por esqueje, como los de la fotografía, que fueron plantados por monjas, traídos hace más de 80 años.
Sorprende contemplar sus raíces aéreas que se desarrollan hasta que alcanzan el suelo y empiezan a engordar con el fin de sustentar el peso de las ramas superiores.
Cuidados del ficus
Los ficus plantados en el suelo irán buscando el agua de forma natural. En épocas de sequía hay que tener la precaución de regarlos, si no se les suministra agua la buscarán atravesando lo que encuentren a su paso.
Si tienes un «Ficus Benjamina» en maceta, riégalo con más frecuencia en primavera ya que es la época en la que la planta se desarrolla con mas vigor y necesita estar bien hidratada. Comprueba con frecuencia la humedad del sustrato, hundiendo un dedo dentro de la tierra. Si notas que la tierra está seca y la planta empieza a amarillear, es síntoma de que está deshidratada. El Ficus es un árbol fuerte y se repone rápidamente a la sequía, pero su aspecto se verá mermado y se le caerán las hojas.
Cómo podar un ficus
Para ir controlando el crecimiento del «Ficus Benjamina«, podemos ir haciendo pequeñas podas, para que crezca siguiendo la forma deseada. Este tipo de árbol lo podemos podar casi durante todo el tiempo, aunque el mejor momento para podar es durante el verano.
El ficus Macrophylla de interior se podan para evitar que crezcan demasiado o para modificar su forma, pero los que se plantan en exteriores no suelen podarse.
Cómo plantar un ficus
El «Ficus Carica» puede crecer de forma espontánea. Pueden verse entre rocas o en las laderas de los ríos. Este tipo de ficus se planta fácilmente por esqueje.
El mejor momento para trasplantar el «Ficus Benjamina«, es durante la primavera. Si no tenemos un esqueje, podemos adquirir la planta en cualquier vivero. Si nuestra intención es que se desarrolle como un árbol ornamental, lo sacaremos de la maceta, haremos un agujero profundo que cubra buena parte del tronco, añadiremos estiércol o cualquier abono granulado mezclado con mantillo y lo completaremos con la tierra que habíamos extraído previamente. El ficus es un árbol fuerte y de crecimiento rápido.
A igual que el anterior el Ficus Macrophylla podemos encontrarlo en los viveros. Se recomienda cambiar de maceta en primavera si la planta ha crecido mucho o el macetero no retiene el agua de riego.
Problemas que puden causar
Tanto el Ficus Benjamina como el Macrophylla, y en particular este último, desarrolla unas raíces enormes y alcanzan mucha profundidad buscando fuentes de hidratación. Existen ciertos riesgos a considerar si queremos plantarlo directamente en el suelo:
- Las raíces profundas buscan el agua y si se pone por delante una tubería o piscina, no tienen inconveniente en atravesarla. He visto como una de estas raíces se metía por la arqueta y se encajaba en el bajante de un water, o cómo deterioraba el vaso de una piscina.
- Presenta raíces superficiales fuertes y de considerables dimensiones, que levantan el suelo y el acerado.
- Sus frutos de color vino manchan las aceras y si a esto le sumamos la gran cantidad de pájaros que son atraídos… durante el verano se forma una pasta bastante sucia y de mal olor.
Aun con todo, el ficus Benjamin y el Macrophylla son árboles hermosos que da gusto contemplar, aunque quizás es mejor admirarlos en nuestros parques, plazas, o en una bonita maceta.
El árbol menos dañino es la Higuera, de menor envergadura y con menos raíces tubulares. Sin embargo, sus frutos atraen a muchas moscas y avispas. Pero ¿quién se resiste a sus frutos y a la bonita sobra que da en verano? Es un árbol es ideal para tenerlo en nuestro campito.