En este post explicaremos la mejor manera de lacar o esmaltar una puerta de interior y resolveremos esas preguntas que siempre nos hacemos. ¿Hace falta lijar? ¿Hay que imprimar?¿Qué materiales voy a necesitar?
Pensaba que esto de pintar una «puerta de paso» era algo tan sencillo de hacer que no necesitaba de un tutorial para explicar los pasos. Sin embargo, recientemente una de mis amigas ha llegado a la conclusión de que la puerta que une el pasillo con su salón es horrenda y como poco necesita de una mano de pintura. Como no tenía nada escrito en la sección de Pintura sobre el tema, he decidido remediarlo, y de camino ayudo a mi amiga.
Así que ahí os va la que yo creo es la mejor manera de pintar una puerta de interior.
Pintar puertas de paso
Índice de contenido
Materiales que voy a necesitar
Pasos a seguir
1. Desmontar la puerta y herrajes
2. Lijar
3. Aspirar y limpiar
4. Imprimar
5. Lija nuevamente con grano fino
6. Pintar
7. ¿Es necesaria una segunda mano?
8. Esperar que seque y colocar herrajes
A continuación enumeramos los materiales y herramientas que vamos a necesitar y de paso ya vamos resolviendo algunas de las preguntas con las que comenzamos este post.
Materiales que voy a necesitar
- Rodillo pequeño para esmaltar
- Brocha plana o paletina
- Cubeta pequeña de plástico
- Pintura tipo esmalte o laca específicas
- Imprimación
- Destornillador
- Lijadora y lija
Pasos a Seguir
1. Desmontar la puerta y herrajes
Desmontar la puerta del premarco, quitar las bisagras y la maneta, aunque no es imprescindible si es muy recomendable. También podemos optar por dejarla en su sitio, quitando la maneta, la pestillera y el bombín de la cerradura.
¿Por qué recomiendo desmontar la puerta? Para tu comodidad, es más sencillo trabajar sobre una superficie plana que en vertical.
¿Qué pasa si dejo la maneta y cerradura puesta? Te será más engorroso pintarla, quedarán zonas de dificil acceso sin pintar o con churretones de pintura. Por otro lado, si no desmontamos la cerradura tendremos que usar cinta de carrocero al rededor para evitar pintarla, y posiblemente al quitarla nos llevemos parte de la pintura.
¿Aun piensas que es buena idea? Yo me lo pensaría dos veces. Tardas unos 20 minutos en descorgarla, quitar los herrajes y colocarla sobre unos caballetes. Ese tiempo luego lo recuperas al realizar los siguientes pasos.
2. Lijar
Con esto ya aclaro y respondo a una de las primeras preguntas que formulaba al inicio del post.
Sí, hace falta lijar 🙂
Lijar es importante por varias razones:
- Quitamos la pintura vieja o estropeada
- Preparamos la superficie para recibir la imprimación
Para lijar una puerta lo recomendable es usar una lijadora eléctrica con una lija de grano medio a fino, dependiendo de las condiciones en las que se encuentre la puerta. Mejor empezar con una lija suave e ir devastando poco a poco.
Usa la lijadora eléctrica solo si has desmontado la puerta, los herrajes y estás trabajando en una superficie horizontal
Usar la lijadora eléctrica en un trabajo vertical no lo recomiendo para nada. Se te hará cuesta arriba, y verás que es muy difícil aplicar la presión correcta por toda la puerta. Vas a liarla, lo se…No lo hagas 🙂
También podemos usar un taco de lija, será un trabajo lento pero más preciso. Recomiendo usar el taco de lija si finalmente no has desmontado la puerta (alguno/a habrá que al final no la desmoste).
Lija ambas caras y los cantos
3. Aspirar y limpiar
Tras un trabajo de lijado, es básico aspirar la superficie y los alrededores. No queremos virutas voladoras que terminen en la puerta justo antes de empezar a pintar. Por ese mismo motivo un poco de agua en un trapo o bayeta y unos movimientos de «dar cera pulir cera» no le harán mal a tu puerta.
4. Imprimar
La imprimación, es la gran olvidada. Pero si supieras los acabados duraderos que gracias a la imprimación se obtienen, te lo pensarías un par de veces antes de obviarla.
¿Por qué es bueno imprimar?
- Preparas la superficie para la pintura. Creando un área de trabajo poroso donde la pintura agarrará mejor.
- Ahorras pintura. La puerta va a absorber la pintura de forma uniforme.
¿Cómo se aplica la imprimación? Con brocha o mejor aun con rodillo. Recuerda que no hay que apretar el rodillo. Haz pasadas suaves en el sentido de la veta.
Por último deja que seque el tiempo que indique el fabricante.
Aplica la imprimación por ambas caras, sin olvidar los cantos
5. Lija nuevamente con grano fino
En este paso coge la lija de taco, una de grano fino, y aplica una ligera presión con el taco sobre la puerta y comienza a lijar toda la superficie sin detenerte en ninguna zona en particular. Cuando termines pasa nuevamente el paño húmedo para eliminar restos de polvo y deja que el agua se seque por completo.
6. Pintar
Ya tienes tu puerta lista para recibir la pintura. Antes de abrir la lata de pintura del color que has seleccionado, remueve la lata como si fuera un cóctel. A continuación ábrela con la ayuda de un destornillador y con una cuchara metálica o similar que tengas por casa remueve bien para que todos los «componentes» de la pintura se homogeneicen.
Coloca la pintura en la cubeta, no la llenes demasiado. Coge el rodillo de lacar y sumergelo en la pintura. Antes de utilizar el rodillo cargado hasta los topes de pintura tienes que quitar el exceso. Utiliza la zona rugosa de la cubeta, da unas pasadas y descarga el rodillo de pintura.
Comienza por uno de los extremos de la puerta y fíjate en el dibujo de la veta de la madera. Sigue la veta, dando pasadas suaves sin apretar el rodillo. Aplica la pintura por ambas caras de la puerta, y por los cantos.
7. ¿Es necesaria una segunda mano?
Depende de lo que indique el fabricante. Yo prefiero dar un par de manos de pintura y asegurarme un trabajo duradero. Pero depende del fabricante, y de nuestro gusto por cambiar la decoración y el color de las puertas. Si crees que vas a cambiar el color en breve, con una mano basta. Si en cambio te gusta el color y no crees necesario cambiar en unos años, un par de manos de pintura te garantiza durabilidad y resistencia a los golpes.
8. Espera que seque y coloca los herrajes
El tiempo de secado va a variar en función al tipo de pintura que usaste para lacar la puerta. Respeta el tiempo que marca el fabricante en la lata de pintura.
Una vez tengas la puerta lista, pon los herrajes y cuelga la puerta. Por último, coloca la maneta y la cerradura.
Ya solo queda una última cosa admirar tu obra. Si te apetece compartir conmigo esa maravilla del bricolaje…Haz una foto y sabela a instagram con un @bricoqueen para que yo pueda ver como te quedó.